Preguntas retóricas periodistas deportivos (721-730)

Para pensar, meditar y reflexionar...

721) ¿Marcelo Palacios en los 2000s’ no está ganándose con creces el premio chupamedias – lamecalcetines – sidieguista – maradoniano que en los 80s’ detentara Enrique Moltoni y que en los 90s’ se robara Lito Pintos?

722) ¿Marcelo Palacios no les tira en los medios mejores centros a los jugadores de Boca con sus preguntas obsecuentes, chupamedias y corporativas que los que tira en la cancha su casi tocayo y gran player Rodrigo Palacio?

723) ¿Será cierto que cuando niño y en su Merlo natal, Marcelo Palacios no tenía amiguitos sino que ya cultivaba “amiguismos”?

724) ¿No será que de Marcelo Palacios es que la única forma de que deje de hablar compulsivamente es comiendo como un lechón hambriento cual Susana Giménez en vacaciones y que la única manera de que deje de morfar como un chancho es hablando obsesiva y enfermizamente todo el tiempo cual Mirtha Legrand en sus almuerzos?

725) ¿Marcelo Palacios más que fútbol champagne, de toque y toque, de galera y bastón, de huevo y corazón, de hacha y tiza o de cuchillo entre los dientes, no parece preferir simplemente de chuchillo (afilado) y tenedor (libre)?

726) ¿Marcelo Palacios antes que los jugadores pongan huevos en la cancha no parece preferir que sean los mozos los que pongan huevos (fritos, duros, revueltos, rellenos, poshé, al plato o pasados por agua) en su mesa?

727) ¿Marcelo Palacios antes que los jugadores pongan bolas en la cancha no parece preferir las bolas de fraile de la panadería de la esquina?

728) ¿Marcelo Palacios antes que la pelota al pie no parece preferir el lemmon pie de la confitería de la esquina?

729) ¿Marcelo Palacios antes que atacar con centros a la olla no parece preferir atacar el centro de la olla (de guiso)?

730) ¿Cómo es posible que a ningún creativo publicitario se le haya ocurrido contratar al robusto Marcelo Palacios para hacer la publicidad del tradicional restaurante porteño “El Palacio(s) de la Papa Frita”?