jueves, 13 de marzo de 2008

Preguntas retóricas periodistas deportivos (701-710)

Para pensar, meditar y reflexionar...

701) ¿Si es cierto el viejo dicho que reza que “la mitad de lo que sale en los diarios es mentira” que queda entonces para decir del diario deportivo “Olé” que sigue saliendo en el verano aún cuando no hay fútbol oficial y sus noticias, primicias e informaciones son más endebles que los castillitos de arena que arman los niños en Playa La Perla y en la Playa Bristol?

702) ¿El programa de Niembro más que “La última palabra” no debería llamarse “La última picada” o “La última parrillada”?

703) ¿No es gracioso como Gastón Recondo y Marcelo Palacios hablan como si fuesen los dueños del canal en el que simplemente trabajan como serviles, obedientes y dóciles empleados?

704) ¿Un papagayo medianamente aplicado no armaría las oraciones, las frases, las preguntas, los copetes y los comentarios mejor que Sergio Gendler?

705) ¿No es gracioso como los periodistas deportivos se jactan con egocentrismo, soberbia, vanidad y pedantería de que los semidioses de la modernidad que son los futbolistas de elite los conozcan, los llamen por su nombre de pila o por su apodo y que los saluden con un beso en la mejilla?

706) ¿Horacio Pagani no sería el protagonista ideal para una nueva edición de “El Contra”?

707) ¿No es contradictorio que desde los medios de comunicación masiva se baje el mensaje de parar y terminar con la violencia en el fútbol pero sigan teniendo cabida en distintos espacios personajes como Delito Pintos?

708) ¿Escuchando a Pier Manrique no se extraña a Paché Andrade?

709) ¿En la política partidaria nacional no existe más movilidad, renovación y cambio que en el plantel de relatores de fútbol televisivos de Torneos y Competencias?

710) ¿No es gracioso como los periodistas deportivos que haban de ética, de moral, de justicia, de juego limpio, de honestidad y de caballerosidad deportiva según quien sea el protagonista en cuestión se dan vuelta cual panqueques o veletas y según de quien están hablando una patada puede ser calificada de irresponsabilidad, violencia, descontrol, torpeza e incapacidad o puede ser calificada temperamento, carácter, liderazgo, firmeza, personalidad, hombría, huevos, garra o coraje; una simulación o una acción ilícita pero convalidada arbitralmente puede ser calificada deslealtad, deshonestidad, ilegalidad o inmoralidad, o puede ser calificada de picardía, avivada, viveza, piolada o “mano de dios”; una cábala puede ser un dato de color, pintoresco, simpático, gracioso, tierno o folklórico o puede ser una pavada, una tontera, una tontería, una nimiedad, una banalidad, una herejía, un singo de debilidad, miedo y temor o simplemente una reverenda boludez; un jugador puede ser hipócrita, casetero, falso y cómplice o puede ser prudente, medido, correcto, cauto, ubicado y serio; puede ser polémico, conflictivo, problemático, botón, vigilante, buche, buchón, tira bombas, desleal, ventilador, quilombero y traidor o puede ser abierto, honesto y sincero; puede ser figureti, vende humo, tribunero y demagógico o puede ser dispuesto, amable, jodón, atento, accesible, hábil declarante e histriónico; puede ser líder o puede ser camarillero; y finalmente puede tener códigos o puede ser corporativo?

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