Preguntas retóricas periodistas deportivos (671-680)

Para pensar, meditar y reflexionar...

671) ¿Debido a esa cara de sapo cururú, a que se cree un rana, a que en el Mundo Boca muerde como un escuerzo, y a que periodísticamente vive haciendo sapo, Marcelo Palacios no debería llamarse mejor Marcelo Batracio?

672) ¿El periodista deportivo Gastón Alaluf no tiene aspecto más bien de luchador de “Titanes en el Ring”, “Lucha Fuerte” o del más actual “100 por ciento Lucha” y su compañero siempre bien peinado Hugo Balasone, de un severo, inflexible, e imperturbable árbitro de catch?

673) ¿No es extraño que tanto el Chavo Fucks como Román Iuch se hayan quejado de la mafia de Grondona y Ávila, de la injerencia de la televisión en el fútbol argentino en el armado de fixtures, y en la programación de partidos a pedido en lo que respecta a días y horarios, pero solo antes y después de haber trabajado en TyC Sports y nunca durante?

674) ¿Debido a que sus primicias suelen ser una cagada, el periodista deportivo Martín Costa no debería llamarse Martín Bosta?

675) ¿Alguien sabe por qué actualmente en la televisación de los partidos de fútbol no ponen más la R de repetición o replay cuando repiten las jugadas como hacían antaño?

676) ¿Pinti, Gasalla y Perciavale no parecen saber más de fútbol que Lito Pintos?

677) ¿El programa de Niembro más que “La última palabra” no debería llamarse “La última panzada”?

678) ¿Debido a su cobarde y conocida costumbre de golpear habitualmente y repetidamente a sus parejas, Mariano Closs no debería apellidarse Cross?

679) ¿Algunos rankings de “25” no son casi tan absurdos, ridículos y forzados que los informes de “Duro de Domar”, que la falaz emoción de Tinelli, que la falsa euforia de Sebastián Vignolo, que la apócrifa rebeldía de Pergolini, que los armados debates y polémicas de “Estudio Fútbol” y que los spots de campaña y los patéticos festejos con bailecitos post electorales de Mauricio, que es Macri?

680) ¿Quiénes son más caretas, cerrados e hipócritas: el mundo del fútbol que esconde y niega a los jugadores homosexuales, las corporaciones políticas uruguayas y chilenas que a diferencia de las abiertamente transeras y politiqueras argentinas, brasileñas, paraguayas, peruanas, bolivianas, colombianas, ecuatorianas y venezolanas esconden, protegen, apañan, encubren y niegan a sus políticos corruptos, coimeros y tránsfugas; los curas, padres, párrocos, presbíteros, pastores, beneméritos, reverendos, cardenales, monseñores y obispos que niegan sus periódicas relaciones sexuales; los que por vergüenza decían que no habían votado a Menem cuando ganó con casi el 50 por ciento; los que por vergüenza también dicen que no miran a Tinelli y lo ven todos los días haciéndole 30 puntos de rating; los que siendo uno de los negocios más grandes e importantes del mundo dicen que no ven pornografía, ni les gusta, ni les interesa (¡vamos che, no jodamos!); los que dicen que es más sensual, sexy y excitante “sugerir que mostrar” (¿?); las estrellitas del momento de la farándula que dicen que para elegir pareja no les importa ni lo físico ni el dinero pero que nunca jamás salen con un pobre, ni con un feo ni mucho menos con un feo pobre; los periodistas políticos que esconden su ideología y su afiliación partidaria o los periodistas deportivos que esconden sus simpatías futbolísticas por unos colores, su afición por una institución, su pasión por una camiseta y su condición de hincha de un determinado club bajo el paraguas de una supuesta imparcialidad y una pretenciosa objetividad?