Para pensar, meditar y reflexionar...
661) ¿Quiénes son más ridículos: los jóvenes músicos o actores que se consideran “alternativos” por vestirse feo, mal y caro, decirse habituales visitantes de la Galería Bond Street, y no perderse por nada del mundo ni un número de Inrrokuptibles ni de El Amante, ni mucho menos un capítulo de Lost, ni ninguna fiesta de música electrónica ni ningún evento cool en Palermo Holliwood, Soho, Queens o Puerto Madero, o los periodistas deportivos que se consideran independientes y contestatarios por criticar de vez en cuando como juegan los equipos grandes y declarar que se alegran cuando dichos clubes pierden ante los chicos?
662) ¿Viendo y escuchando a los confesos Marcelo Palacios, Marcelo Guerrero, Martín Arévalo y al mal disimulado Horacio Pagani, el programa “Estudio Fútbol” no debería llamarse “Estudio Boca”?
663) ¿Debido a su capacidad de lobby, de extorsión, de chantaje y de apriete, el programa “River Monumental, de Lito Costa Febre”, no debería llamarse “River Monumental, delito Costa Febre”?
664) ¿No parece joda que los alter egos de Víctor Hugo Morales, el Chavo Fucks y Román Iuch, se consideren ellos mismos paladines de la ética profesional y paradigmas del periodismo independiente?
665) ¿Los verdaderos periodistas no debería dejar de ir a las conferencias de prensa de los directores técnicos en las que hacen pata ancha cholulos, dirigentes, reidores, curiosos, chismosos, chusmas, chimenteros, amigos de, familiares de, hinchas, simpatizantes, espectadores, socios, barra bravas, agitadores, patovicas, agentes de seguridad privada, espías, fanáticos disfrazados de periodistas partidarios, voceros, traductores , representantes, agentes, intermediarios, empresarios, managers, personeros, testaferros, chicas lindas, promotoras, botineras, operadores de prensa, lobbistas y cronistas, movileros y noteros graciosos, aduladores, obsecuentes, chupamedias y simples ponedores de micrófonos?
666) ¿No habría que aclararles a los directivos, gerentes y periodistas de la latina cadena televisiva Fox Sports que los televidentes argentinos no tienen por que bancarse los embolantes partidos del torneo colombiano solo porque ellos se clavaron adquiriendo los derechos de ese campeonato como parte de sus arreglos y negociados con los cárteles del país cafetero?
667) ¿Walter Safarián no tiene menos carisma que Juan Krupoviesa?
668) ¿No es gracioso cuando hablan de combatir la incitación a la violencia, al racismo, a la xenofobia y a la discriminación, el tostado Mariano Closs (“bien Chino, un cross de derecha o de izquierda nunca viene mal” (¡!)) y el correcto Alejandro Fabbri (“y ahí está Edmundo, haciendo su negocio (¿?)), tan pacíficos durante aquella transmisión televisiva del partido Flamengo – Vélez y de la pelea Edmundo – Zandoná?
669) ¿El Pato Donald y el Pato Lucas (incluso el Pato Galván) no tienen mejor dicción, modulación, vocalización, facilidad de palabras y capacidad de expresión y sintaxis que Sergio Gendler y Quique Felman?
670) ¿Quiénes son más sanateros y verseros: los periodistas políticos que pronuncian eufemismos, generalidades, conceptos abstractos, frases hechas, lugares comunes, verdades reveladas, mentiras aceptadas y creencias instaladas como las inteligibles sentencias “seguridad jurídica”, “desarrollo sustentable”, “calidad institucional”, “inserción en el mundo” o “la nueva política” o los periodistas deportivos que hablan del omnipresente “volumen de juego”?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario