Para pensar, meditar y reflexionar...
641) ¿Será posible que alguna vez lo periodistas deportivos de programas partidarios de los clubes y los movileros, noteros y cronistas fijos en determinados equipos encuentren el punto de equilibrio entre la crítica despiadada e injustificada con aires de revanchismo, interna, campaña de desprestigio, lobby y operación de prensa por un lado, y la complicidad, la complacencia, la obsecuencia y el hacer la vista gorda por el otro?
642) ¿Para cuando el premio Martín Fierro a la pelota más y mejor acariciada, tocada y manoseada en cámara, por la que obviamente competirán la de Quique Wolf y la de Marcelo Palacios?
643) ¿Escuchando las estupideces con absurdas pretensiones de profundidad, hondura y genialidad del Chavo Fucks, no se llega a la conclusión de que al final los aforismos de José Narosky no están tan mal?
644) ¿Exceptuando a los inimputables del golf y los del polo, no parece no haber periodistas más chantas, verseros, sanateros, ladris y guitarreros que los periodistas especializados en tenis?
645) ¿Los muy cools, fashions, glamorosos, tostados y pretenciosos Sebastián Vignolo y Mariano Closs más que futbolistas frustrados no parecen ser estrellitas televisivas de tira adolescente frustrados o estrellitas de pop teenaggers de grupo prefabricado por la industria musical frustrados, o más bien Mambrús o Rebeldes Ways frustrados?
646) ¿El Juan Fernández futbolista no tiene más carisma, vocabulario, desenvoltura, facilidad de palabra y de capacidad de expresión que el Juan Fernández periodista, movilero de Fox Sports?
647) ¿Gastón Recondo no debería llamarse Gastón Rezonzo?
648) ¿Walter Safarián no tiene menos carisma que Claudio Morel Rodríguez?
649) ¿Qué es peor: que los periodistas en general sean chupacirios, chupasantos y chupamedias del Papa y de todo lo que tenga que ver con la religión fundamentalmente católica, o los periodistas deportivos maradonianos que profesan la religión de la iglesia maradoniana y adhieren al famoso “sidieguismo”?
650) ¿No es curioso que cuando los periodistas que representan al poder hegemónico y al establishment televisivo hablan de la desorganización del fútbol argentino, de la violencia, de la extorsión, del apriete, del maltrato, del descuido, del desinterés, de la desprotección, de la inseguridad, de la represión, de los arreglos, de las transas, de los negociados, de las coimas, etc., y piden una autocrítica severa de todos los partícipes del mundo del fútbol hablan de las culpas repartidas entre jugadores, técnicos, ciertos dirigentes, árbitros, funcionarios, responsables de la organización, responsables de la seguridad, barras bravas, rateros, policías, seguridad privada, hinchas comunes, simpatizantes, revendedores de entradas, periodistas, pasantes, meritorios, estudiantes, empleados de los clubes, vendedores ambulantes, cuida coches, cholulos, caza autógrafos, colados, fanáticos, etc., pero que extrañamente nunca lo responsabilicen directamente al presidente de la AFA, ni a ciertos dirigentes, funcionarios y políticos inmunes e impunes, ni a la empresa que maneja el fútbol y que tiene los derechos de televisación a perpetuidad o por lo menos hasta que siga siendo un negocio rentable?
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