viernes, 20 de agosto de 2010

Preguntas retóricas periodistas y medios (1911-1920)

Para pensar, meditar y reflexionar...

1911) ¿No es paradójico que los periodistas, comunicadores y medios que vivieron haciendo un culto del desfinanciamiento, del saqueo, del endeudamiento y del vaciamiento del Estado vía corrupción, privatizaciones, ajuste, bicicleta financiera, patria contratista, dios mercado, capitalismo salvaje, neoliberalismo atroz y concentración económica, se quejen luego de la falta de políticas públicas sociales, laborales, previsionales, sanitarias y educativas?

1912) ¿No es patológica, enferma y enfermiza la temerosa obsesión de Majul con la palabra “miedo”?

1913) ¿No es curioso que los adalides de la libertad de expresión no se espanten, ni se escandalicen, ni se alarmen del avasallamiento a la libertad de expresión y del evidente caso de censura económica que significa la política de precios diferenciales que hace la empresa Papel Prensa para con los medios escritos que no son los “republicanos” Clarín y La Nación?

1914) ¿Debido al evidente corte regresivo, retrógrado, reaccionario, antipopular y neoliberal de sus grillas de programación, las pantallas de C5N, de América 24 y de TN, no parecen ser todo “señal de ajuste”?

1915) ¿Qué es peor en los periodistas y comunicadores de la corporación privada de medios: esa impunidad que tienen para decir cualquier cosa, inclusive sistemáticas, dolosas, premeditadas y alevosas mentiras; o la inmunidad que tienen que convierte cualquier crítica hacia ellos en un acto de censura, de amenaza, de apriete, de ataque, de acallamiento, de intimidación y de persecución?

1916) ¿No es paradójico que el sojero holding español dueño de Radio Continental, llamado “Grupo Prisa”, haga lobby “sin Prisa y sin pausa”?

1917) ¿Por su permanente compulsión a vender periodísticamente “carne de segunda”, Fernando Carnota, no debería llamarse mejor Fernando Carnaza?

1918) ¿Será cierto que en las muestras de los calzones de Felipe y Marcela Noble Herrera encontraron ADN de Santo Biasatti y de María Laura Santillán?

1919) ¿No es curioso que a los genios, ingeniosos, inventivos, talentosos, expertos y especialistas comunicacionales en silogismos, neologismos, apotegmas y argentinismos varios de los grandes medios, tan lucidos en la creación de los términos “borocotear”, “borocotizar” y “borocotización”, no se les haya ocurrido ninguna definición para graficar, calificar y estigmatizar la traición política del vicepresidente “no positivo” Julio César Cleto Cobos, como por ejemplo “cobocotó”, “coborocoteada”, “borocobos” o “borocobismo”?

1920) ¿No será que a los voceros, portavoces, representantes, emisarios, enviados, cabecillas, dirigentes, autoridades y punteros de la Iglesia Católica se los nota tan nerviosos, molestos y crispados porque sienten que luego del concretado fin del monopolio hegemónico de los goles y del fútbol televisado, y del inminente ocaso del monopolio hegemónico de la palabra, de la opinión, del relato, de la opinión, del discurso y de la agenda, pueda (y deba) venirse el final del monopolio hegemónico de la religión, de las creencias y de la fe?

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