Preguntas retóricas periodistas deportivos (1031-1040)

Para pensar, meditar y reflexionar...

1031) ¿Cómo quiere la Iglesia Católica Argentina que haya más fieles en el país, si la representante de Dios en la política es la mística, profética y apocalíptica Elisa Carrió y si el representante de Dios en el periodismo deportivo es el retrógrado, machista y misógino Gastón Recondo?

1032) ¿No habría que terminar de una buena vez por todas con la falacia de seguir llamando “periodista” a Martín Arévalo, cuando es evidente que no es más que un simple ponedor de micrófono, un dócil profesional en la tarea de asentir, un reproductor de confidencias a comisión, un baboso adulador a sueldo, un genuflexo certificador de medias verdades, un obsecuente justificador de mentiras verdaderas, un vocero de prensa encubierto y un “valet talking” de quien guste mandar?

1033) ¿El programa del Pato Galván “Por Amor a River”, por América Sports no viene a ser una especie de remanente, clase B, segunda selección o imitación tipo La Salada de lo que fue el también olvidable “Edición Limitada River Plate”, de Nacho Goano?

1034) ¿Viendo como se manejan los derechos de televisación del negocio del fútbol no da la sensación de que el verdadero poder no está en Balcarce 50, sino en Balcarce 510, sede de la corporación Torneos y Competencias?

1035) ¿Quiénes son más ridículos: los directivos de Botnia y sus alcahuetes voceros mediáticos que cuando hay grandes manchas en el río y fuertes olores a coliflor al vapor, a repollo hervido o a huevo podrido le echan la culpa al clima, a las condiciones atmosféricas, al pronóstico del tiempo, a la falta de producción, al exceso de producción, a los intervalos en la producción, a las vacaciones de los trabajadores, a la semana de turismo, a la crisis mundial, a los problemas técnicos, a fallas humanas, a errores de cálculo, a la brisa, al viento, a la correntada, a la subiente, a la bajante, a la creciente, a los pescadores, al calor , al frío, al turismo, a las cancillerías, a los gobiernos entrerrianos, al camping de Las Cañas, a los corsos fraybentinos y al carnaval de Gualeguaychú; los periodistas de la patria sojera que piden capitalismo neoliberal religioso, propiedad privada sagrada y libertad de mercado santificada en las ganancias, y socialismo, estatismo regulador, intervencionismo y nacionalización de las deudas privadas en las pérdidas; o los periodistas deportivos “invictos” que opinan con la chapa puesta y con el diario del lunes contradiciendo impunemente todo lo que predijeron en la previa a los partidos?

1036) ¿No pareciera ser que a los cráneos de TyC Sports no les importa mucho el tema de la originalidad y de la creatividad al poner los títulos de los programas “Planeta Gol” (¡!) y “Gol de Medianoche” (¡¡!!)?

1037) ¿El programa de Gustavo López y Sebastián Vignolo más que “90 Minutos de Fútbol” no debería llamarse “90 Minutos de Egos”?

1038) ¿La mediática pelea entre Maradona y Riquelme no parece haber dejado a muchos periodistas deportivos desorientados, descolocados, desubicados y desconsolados como a hijos de padres separados o como a esos niños a los que una tía chusma, chirusa, chismosa, cholula y conventillera les pregunta si quieren más a la mamá o al papá?

1039) ¿Será cierto que están pensando en hacer la remake de la película “Sexo, Mentiras y Video”, pero ahora con Bilardo como protagonista y llamada “Lobby, Mentiras y (muchos) Videos”?

1040) ¿No será que el periodismo deportivo está como está porque, entre otras cosas, los cronistas, noteros y reporteros abusan hasta el infinito de las palabras “extraordinario”, “excepcional”, “asombroso”, “admirable”, “sorprendente”, “sensacional”, “fenomenal”, “fantástico”, “fabuloso”, “fascinante”, “formidable”, “descomunal”, “maravilloso”, “milagroso”, “magnífico”, “notable”, “colosal”, “prodigioso”, “distinto”, “especial”, “estupendo”, “espléndido”, “espectacular”, “soberbio”, “único”, “genial”, “grandioso”, “increíble”, “imponente”, “incomparable”, “inigualable”, “insuperable”, “inolvidable”, “impresionante” y “maradoniano?