Preguntas retóricas periodistas y medios (1671-1680)

Para pensar, meditar y reflexionar...

1671) ¿Por su conservadurismo, su oscurantismo, su fundamentalismo y su simbólica violencia retrógrada, reaccionaria e inquisidora, los grandes medios más que a la tecnológica “era de los medios” no parecen más bien pertenecer a la apostólica, teológica, religiosa y terrorista “edad media”?

1672) ¿No es curioso como Ernesto Tenembaum llama “equilibrio” el volcarse a la derecha?

1673) ¿No es curioso que las monopólicas empresas de televisión por cable se erijan como los representantes de la libertad de expresión, de la libertad de prensa, de la libertad de opinión, de la libertad de conciencia, del pluralismo, de la independencia y de la democracia informativa, pero que ninguna de ellas en ningún lugar del país ponga en su abultada grilla de canales a la bolivariana cadena TeleSur?

1674) ¿La diputada Silvana Giúdici no parece ser “artista exclusiva” de TN?

1675) ¿No pareciera ser que con ciertos personajes mimados de la escena política-económica, la corporación mediática abusa religiosamente ese sagrado undécimo mandamiento no escrito de la patria periodística que reza “NO Repreguntarás”?

1676) ¿No es desestimulante que luego de haber sufrido la penetración de la CIA por parte de Andrés Oppenheimer, de los paramilitares y narcos colombianos por parte de De Narváez, del terrorismo medieveal, conquistador, esclavizante, colonizador, inquisidor, católico, apostólico y romano de Guillermo Marcó, Héctor Aguer y Julio César Grassi; ahora también haya que soportar la infiltración del Mossad por parte del mediático y facho Rabino Bergman?

1677) ¿No da la sensación de que, luego de que el nerviosismo de las grandes monopolios y grupos concentrados haya quedado de manifiesto en la repentina corporeidad de Marcelo Bombau y de Daniel Vila luego de toda una vida de invisibilidad y anonimato público, la fase superior de ese cagazo corporativo se va a dar cuando se lance en raid mediático el non plus ultra del poder oscuro, oculto y peligroso, como lo es Héctor Magnetto?

1678) ¿No será que el grosero maquillaje, tipo revoque grueso, que se echa encima Mirtha Legrand, más que para disimula las arrugas, no es en realidad, para tapar los pelos de gorila rococó?

1679) ¿GoriLita de Lázzari más que para el maquillaje convencional no está más bien para la pintura betún de sus secuaces carapintadas?

1680) ¿No es gracioso que cuando les tocan sus espurios intereses, las “glamorosas divas” de la farándula vernácula suelen ser casi tan grasas, guasas, guarangas y ordinarias como la cheta-chota Patricia Bullrich Luro Pueyrredón?