Para pensar, meditar y reflexionar...
1061) ¿No hay una "reallitización", una "tinellización" y una tendencia "granhermanizadora" de la televisión argentina actual?
1062) ¿Guillermo Nimo, Raúl Portal, Chiche Gelblung, Beto Casella y Roberto Pettinato no se visten peor aún que los payasescos aunque pretenciosamente cools y modernosos Illia Kuryaki and The Valderramas?
1063) ¿Cómo si la televisión de verano no fuera ya lo suficientemente pedorra, ahora también hay que aguantarse en muchos comunicadores las constantes quejas ridículas, los permanentes lamentos absurdos, los continuos lloriqueos frívolos, las incesantes reflexiones triviales y los recurrentes comentarios pelotudos por el cambio de huso horario como si la cuestión energética no fuese un problema serio y preocupante y merezca una discusión más seria, global, compleja, profunda y comprometida que el chiste tonto y la chanza superficial?
1064) ¿No es sospechoso que por la inflación y del aumento constante de precios muchos medios alienten por ejemplo boicots al tomate, a la papa, al zapallo, a la calabaza, al zapallito, a la merluza, al vacío, al chorizo o al asado de tira pero nunca se refieran al poder económico, a los grandes grupos formadores de precios, a los intermediarios aprovechadores y al lobby empresarial con sus metodologías de presión, chantaje y extorsión?
1065) ¿No da la sensación de que en la televisión argentina ya no pueden hacerse magazines sin informes o resúmenes de otros programas, sin chivos, sin consignas, sin sorteos, sin premios, sin opinólogos con carnet, sin especialistas de la nada, sin noteros ocurrentes, sin living con invitados, sin reidores a sueldo, sin cómicos a reglamento, sin cocineros graciosos, sin periodistas deportivos chistosos y sin una sección del tipo “pasando revista”?
1066) ¿Para cuando un programa con Eduardo Feinmann y Baby Etchecopar llamado “La mentira tiene patas cortas”?
1067) ¿La mafia de los periodistas chimenteros y papparazis no es más temible que la mafia de los taxis?
1068) ¿No es paradójico que a Sebastián de Caro tenga el atrevimiento en su nuevo oficio de crítico de cine de criticar actores y actuaciones luego de haber actuado como lo hizo en “Montaña Rusa” donde se lo veía más de madera que su tocayo Sebastián Rambert en aquella publicidad de botines en la que le hacía un gol a Dios?
1069) ¿La edad del pavo es la edad que va cumpliendo Marley?
1070) ¿Quiénes son más llorones, soberbios, egocéntricos, enfermos de importancia, pasados de divismo, faltos de autocrítica, malos perdedores y convencidos que son el ombligo del mundo: los candidatos que en las elecciones sacan el cero coma algo de los votos y denuncian fraude, los candidatos que sacan el dos por ciento de los sufragios y dicen que la gente todavía no está madura para votar su propuesta superadora, los artistas que desmerecen la seriedad, la justicia, la limpieza, el prestigio y la importancia de los premios Martín Fierro cuando no lo ganan, los políticos que ningunean las encuestas de opinión que les dan mal, los funcionarios que desconocen los sondeos de opinión que les dan baja imagen positiva, los directores de cine o teatro que venden quince entradas y se quejan de que los espectadores no los entienden, los músicos que venden doce discos y dicen que el público todavía no está preparado para comprender su arte, los directores técnicos y a los jugadores que pierden 5 a 0 o salen últimos cómodos y le echan la culpa al árbitro y a los jueces de línea, a la mala suerte, al clima, al estado del campo de juego, al peso de la pelota, a la iluminación de la cancha, a la voz del estadio, a los alcanza pelotas, a los aguateros, al carrito de los lesionados, a los bomberos, a los vendedores ambulantes, a la publicidad estática, a los cuidacoches, al canchero, a Tití Fernández, a la hinchada hostil, a los inadaptados de siempre, a las internas de la barra brava, a la crítica despiadada y al periodismo, los comunicadores que tiene un punto y medio de rating y por eso descreen de la medidora de audiencias o los periodistas, conductores y comunicadores obscenamente bien pagos de medios grandes que sintiéndose “censurados” y “discriminados” se quejan de la falta de publicidad oficial en la millonaria pauta publicitaria de sus programas o publicaciones cuando hay miles de medios alternativos, barriales y comunitarios que nunca reciben nada de nada y sin embargo no andan lloriqueando y pidiendo migajas estatales o limosnas oficiales?
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